lunes, 14 de julio de 2014

Buenas personas

El destino no es justo,  nadie dijo que lo fuese, pues a quienes menos lo merecen les pone más obstáculos.  Gente que del caer viven, que del levantarse reiteradamente se cansan, que ya no ven el horizonte y se pierden en lágrimas.
¿Por qué la gente buena no comparte sus males? Para no molestar,  dicen ellos, pero peor me siento si no me dicen nada,  si cargan solos con su pesar,  si su angustia se los come y no se pueden desahogar. Los amigos,  los amigos están para ayudar al llevar la carga y si son amigos de verdad lo harán de corazón y sin rechistar,  pero el que se ponga la mano en el pecho, se queje y presuma de ello no merece esa amistad que la gente buena tanto llega al apreciar.
La culpa es de los cuentos que figuran como al bueno siempre le pasan cosas buenas y por ello se frustran,  se preguntan por el cruel destino,  sin embargo hay que mirar en positivo para no caer en los desvíos que nos confunden y nos hacen ser cada vez más pequeños.
La gente se equivoca,  tiene problemas que no puede solucionar,  no por ello hay que frustrarse,  no por ello hay que sufrir solos,  compartir,  que palabra tan bonita que viene ligada a la palabra Amigo que es aún más bonita.

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